Feliz Año Nuevo 

Puede que no sea simplemente una frase hecha como tantas otras. Puede que sea casi un conjuro…
Recibí muchos saludos para fin de año. Deseos de paz, salud, amor, dinero…
Parece que no importa cómo haya transcurrido el año que se fue los mismos deseos se repiten con renovada esperanza cada diciembre. Barajar y dar de nuevo en esa cuenta regresiva del año que se empalma con el nuevo. 
Saludamos y somos saludados desde wassaps con fotos, videos, frases, poemas, reflexiones. Recibimos, reenviamos. Fácil y rápido. Alguien podría decir que impersonal quizás, pero efectivo e instantáneo como lo demanda esta cultura. Algunos mensajes nos sorprenden, incluso nos conmueven. Palabras del Dalai Lama o de Galeano se mezclan con otras del Papa y hasta de Mex Urtizberea. El actor y músico juega con la palabra brindis, brindarse, brindémonos. El texto es largo pero me gusta así que elijo una parte y la reenvío a ios contactos más cercanos.   
“Brindemos todo lo que podamos brindar…brindemos antes y después del brindis…brindemos mañana que todas las noches pueden ser buenas si cada uno brinda al mundo lo mejor que tiene para brindar…y que nadie nos quite lo brindado”
Con el correr del tiempo he aprendido a restar expectativa y densidad a ciertas fechas que nos sientan a la mesa por tradición obligada -cumpleaños, navidades, días de la madre o del padre- ya sea que estén impregnadas con el entusiasmo de las nuevas presencias, o atravesadas por el dolor de las ausencias transitorias o permanentes. 
Pero por la razón que sea, aún no logro sustraerme a esa energía que palpita en el universo cuando suena la última campanada del año y nos damos los primeros abrazos del siguiente. Tiene algo de fundacional cada vez, como si todo lo malo y lo bueno estuviera concentrado, sintetizado en un milisegundo cósmico sostenido por millones de almas que sienten, que esperan, que creen en el milagro o en la magia de que lo que viene puede ser mejor. 


Clodia

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