Como música para los oídos

“Pronto el pueblo volverá a expresarse. Hará oír su voz y no estamos del todo seguros de si va a gustarnos lo que tenga para decir…”

“Pronto sabremos hasta dónde se ha quebrado el tejido social.

Pronto sabremos si la batalla cultural está en vías de perderse para siempre”

Estas citas forman parte de las dos últimas notas de este blog. 

Y cito mis palabras con la felicidad de saber equivocados mis temores.

Pasadas las PASO aún conservo el miedo con el que he aprendido a convivir durante este casi mandato cumplido de gobierno neoliberal. Pero la lección que me ha dado “el pueblo” -tal vez porque es algo bastante más complejo que “la gente”- ha producido un alivio que sin llegar a ser alegría se vuelve cada día más esperanzador.

Este pueblo que ha sabido espiar por entre la Big Data, las Fake News y el Law Fare. Que ha sabido olfatear por encima de toda la sofisticación del marketing para volver a apostar a la Política. Este pueblo escuchó la verdad detrás del cinismo y la falta de escrúpulos, descubrió el significado real entre las palabras vacías y los slogan mentirosos. 

Este pueblo que parecía dormido sólo estaba esperando. 

Con la memoria de la sangre derramada en las calles eligió el estallido de las urnas.  

Y entonces comenzaron a resquebrajarse las caretas.

Lejos estoy de comprender qué mecanismo mágico anima a esta maravillosa entidad conformada por individuos tan diversos, tan separados entre sí, tan distantes en la apariencia cotidiana a revelar conjuntamente un veredicto tan compacto. Sólo puedo admirar los resultados y rendirme humilde y respetuosamente ante tamaña sabiduría, probablemente ancestral.

No será fácil que desaparezca la tensión de estos últimos años, pero la confianza renovada en nuestra gente comienza a disipar la angustia y es como música para los oídos.   

Oíd mortales el grito sagrado…

Patricia Riche