A volver a volver...(II)

“No es que no esté feliz” sigo escuchando a mi alrededor… pero ese 40….

Aun sabiendo que es probable que ese número se transforme en algo menos en unos días la pregunta es inevitable. 

¿Qué anima a casi un 40 por ciento de la sociedad a elegir este modelo cruel?

En estos días alguien me dijo: “lo que me amarga es saber que estamos rodeados de gente llena de odio”.

¿Será así? 

Una diputada de la nación fue capaz de inventar que un candidato a gobernador era responsable de un triple crimen.

La misma diputada organizó un sistema de espionaje ilegal para controlar con “carpetazos” a jueces, políticos y otros personajes públicos que pudieran resultarle incómodos. 

Durante su tour de 30 días el presidente preguntaba con sorna si los asistentes habían ido con la SUBE. “¿no los trajeron en micros no?” ironizaba desde el palco para estigmatizar las marchas opositoras. 

Manifestantes cordobeses se ufanaban sin pudor de ser doctos, de saber pensar porque “acá tenemos universidad". Se sienten mejores que el resto del país y no les importa destilar soberbia y egoísmo.

Una funcionaria calificó de monos que sólo quieren bananas al 48 % que se manifestó en las urnas en contra del actual gobierno. 

El hijo del presidente brasileño se burló del hijo del presidente electo de nuestro país -antes lo había hecho con el presidente y la primera dama francesa- y ni se alzaron voces de repudio. 

La foto de un pibe -presidente de mesa el día de las elecciones- se viralizó como “pibe chorro” porque vestía jogging y gorra. 

Otro diputado deseó úlceras para dos actores, un ex supremo y un escritor que al parecer no tienen como otros el derecho de manifestar públicamente sus inclinaciones políticas o expresar sus opiniones. 

En este contexto no es de extrañar que proliferen mensajes agresivos y violentos contra el 50 % de la población que eligió el camino de regreso a una sociedad más igualitaria.

Las agresiones son tan obscenas que avergüenzan a ajenos pero también a propios y es una imagen con la que no todos desean verse identificados. 

Sin embargo, tanta violencia verbal los espanta pero no los hace dudar de la pertenencia elegida a pesar de no llegar a fin de mes ¿a qué se aferran entonces para seguir apostando en contra de sus propios intereses?

Tiene que ser algo más profundo que la idea de “pertenecer”, la cuestión “aspiracional”, o el rechazo por "los modos”, “los tonos de voz” o el  “dedo índice”. Muchos genuinamente creen estar eligiendo el mal menor.

Y he ahí quizá el gran acierto del inventor de La Grieta: haber instalado mas allá de toda duda razonable que un partido político entero es una asociación ilícita liderada por una asesina corrupta: los buenos ciudadanos son los que anteponen sus valores al bolsillo aunque “se mueran de hambre”. Si del otro lado hay solo asesinos y corruptos, los que los votan son por carácter transitivo tan asesinos y corruptos como ellos. 

Habrá que quebrar esa barrera de sentido reconstruyendo una justicia transparente capaz de demostrar con eficacia la diferencia entre la mera calumnia y las pruebas concretas. 

Mientras eso no se resuelva dejaremos el espacio intacto para las falsas premisas  sobre las cuales volverán a edificar un laberinto de falsas verdades. 

Si permitimos que se imponga el cínico “roban pero hacen” entonces no habrá logro económico ni dignidad recuperada que impida que en unos años regresen con nuevos rostros a instalar una vez más sus mentiras y sus políticas de hambre.

Patricia Riche