La oportunidad

Lentamente el aire del atardecer se   vuelve mas fresco.  El verano se retira un poco más cada día y el invierno llegará inevitable tras el paso del otoño. 
Empezaremos a notar los cambios imperceptibles: la caída de las primeras hojas en los árboles, el sol escondiéndose un poquito más temprano cada día, calentando más débil por las tardes. 
El ciclo de la vida intenta continuar aunque el planeta está patas para arriba acechado por un virus desconocido que ya mato a varios miles de personas en el mundo.  Somos espectadores de una miniserie de ciencia ficción que se televisa a toda hora. La pandemia. La amenaza invisible. 
Mucho se especula sobre el origen de este nuevo mal entre la teoría conspirativa de guerra bacteriológica y la posibilidad cierta de que una tierra devastada por el insaciable depredador humano esté finalmente mostrando su cara más terrible.
Pero virus creado o desastre natural lo que deberemos hacer será lo mismo. Enfrentarlo. Confiando en los expertos que han dedicado su existencia ha descubrir vacunas y antivirales. Esperando con la mayor dosis de responsabilidad y la menor dosis de psicosis.
Esperar sin desesperar. La información, los datos fríos y los no tan fríos.
¿Y si fuera una oportunidad?  
En estos días circula por wassap un discurso de Peron en el que pronostica que al ingresar al nuevo siglo los líderes del globo deberán decidir entre ponerse de acuerdo para salvar el planeta o seguir en guerra para asegurar la supremacía de unos pocos. 
Ideologías aparte, un visionario el hombre. Parece que ese momento está llegando. 
Y entonces quedará muy claro quienes están de un lado y quienes del otro. La plata o la vida., como en un asalto a mano armada.
Cuando todo puede perderse nada parece una locura.  
Cuando la fantasía de una peste que todo lo arrasa a su paso se convierte en realidad inmediata no es posible esconderse detrás de ningún muro. 
La vida o la plata. El odio o el amor. La solidaridad o el individualismo. 
Esa siempre es la grieta.
¿Y si en serio fuera una oportunidad? 
¿Cuántos de nosotros cuantas veces hemos pensado que este mundo estaba perdido, que había que empezar de cero? Pero sabíamos imposible salirse de la lógica de un sistema que se sostiene en el aire. Dinero virtual transferido entre cuentas virtuales, aviones que nos llevan de un punto del planeta al otro en horas, cruceros que son verdaderas ciudades flotantes, pueblos enteros huyendo de la muerte sobre gomones imposibles, barcos a los que se les prohibe atracar con refugiados a bordo, bosques talados, campos incendiados, animales salvajes en extinción, efecto invernadero….Y de repente el virus nos iguala sin distinción de status social,ni de color de piel. 
Se requerirá de creatividad para simplificar y cubrir las necesidades básicas mientras nos defendemos de un atacante invisible que al menos parece no ser letal para los jóvenes. 
Esos jóvenes que nos vienen alertando que así no es posible seguir. 
Miles y miles de Gretas Thumbergs luchando contra Pachanos insolidarios, egoístas. 
Esa es la única grieta. Entre esas personas horribles capaces de  maltratar a la tripulación que los fue a repatriar porque no los dejan bajar del avión hasta llenar unos formularios y las que aplauden cuando el comandante les da la bienvenida a casa al aterrizar en Ezeiza.
Ayuda pensar que ante tanta pavura también hay una oportunidad para ser mejores. 
Es una gran tranquilidad que “el capitán Beto” -como ironizó la anterior directora de la oficina anticorrupción en un tweet para referirse al presidente de los argentinos- no crea que el populismo es peor que el coronavirus y esté dispuesto a tomar medidas sanitarias y económicas necesarias para que el estado nos proteja a todes. 
Sabemos que muchos nos quedaremos en casa pero siempre estarán los que recién llegados del exterior se suban a sus vehículos de alta gama previo cachetear al guardia del edificio en el que viven y vayan a donde se les de la gana total tienen prepaga y los que se van a enfermar son las masas que viajan hacinadas para ganarse el pan del día.  La buena noticia es que se va a notar mucho cuando lo hagan y eso es una esperanza. 
Es aterrador y balsámico al mismo tiempo sentir la energía y la intensidad de un mundo en cuarentena esperando el milagro. 
Como un parto que traerá mucho dolor pero también vida nueva mientras los cielos se limpian y las aguas se tornan más cristalinas.
Tal vez sea una oportunidad.  
Tal vez otro mundo es posible.

Patricia Riche

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Adhiero a tu visión pero los soretes seran soretes siempre
Unknown ha dicho que…
Celebro que contemos con un capitan beto que entendio que la salud es un derecho de todos y no privilegio de algunos...que nos devolvio la dignidad de contar con un ministerio de salud....y que estas medidas que regula la distancia de los cuerpos, nos mantiene mas unidos en esta batalla que es la de entender el valor de lo colectivo ....gracias por hacerme pensar...y decir

Marcela durando
Unknown ha dicho que…
Te amo! Hermosa reflexión, ojalá así sea
Carla y Armando ha dicho que…
Hermosa y optimista reflexión.
Ojalá que la solidaridad le gané al individualismo. Ojalá aprendamos después de esta etapa, a no ser un virus para el planeta.
Carla y Armando

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