Yo soy lo que soy 

“no tengo que dar excusas por eso…” (una hermosa canción)

Y también un spot que se envió por las redes impulsando a votar PORQUE SÍ. Sin argumentos y con la idea de generar un voto contagio…

Con los rostros desencajados y las voces destempladas marchan en defensa de la República los demócratas que NO aceptan el veredicto preliminar de las urnas. Lo adjudican a la ignorancia y a la estupidez de millones. Acusan a los votantes que NO los votaron de “VOTAR MAL” porque  lo hacen con el bolsillo y el estómago mientras se arrogan para sí el privilegio de suponerse del lado de los “valores".

Con gritos y diatribas pretenden callar a los periodistas que han mostrado esa parte de la realidad que los medios “independientes” se empeñaron en ocultar durante años. Los insultan y agreden por ser críticos mientras derrochan impúdicamente SU libertad de expresión que al parecer es la única que toleran.

Como símbolo obsceno de una grieta construida a fuerza de terror de clase, las vallas que separaron al “pueblo” de la casa rosada durante más de 36 meses se han corrido para recibir a “la gente” que se acerca a apoyar al presidente-candidato luego de perder por más de 15 puntos en las PASO. Sin embargo alguien ha agitado el fantasma del fraude y por eso algunos repiten esa teoría conspirativa mientras aúllan “si se puede si se puede” en tono monocorde. 

Arrojan al pasar amenazas hacia los que alimentaron su ira y “ahora se vendieron”. Rugen enfurecidos contra esos comunicadores que de repente los dejan huérfanos de argumentiras para sus enojos. 

Una señora brama con orgullo que “en los países desarrollados si te enfermás y  no tenés para pagar el hospital TE-MO-RIS y listo”.

¿Le parecerá a ella un logro de la humanidad semejante circunstancia?

En medio de la parafernalia de reclamos desordenados han dejado de distinguir lo posible de lo inverosímil, y su bronca apenas si logra farfullar un ramillete de slogans aprendidos de memoria. 

Deambulan aferrados a palabras que resoplan como mantras incomprensibles: chorros, PBI, Republica, Venezuela, PufPuf, Populismo, comunistas, planeros. 

Aunque una querida amiga me dice que deben vernos igual cuando marchamos juro que no logro ver el parecido…

Entristece escucharlos. Advertir que sufren envenenamiento al tiempo que envenenan. Son el resultado de años de inoculación sistemática de odio. Un odio que los ensordece, los ciega y les blinda la razón.

Pero indigna también, sobremanera, que anden por ahí destilando su falta de respeto y su desprecio por quienes piensan diferente mientras se consideran la reserva moral de un país embrutecido. 

Y cuando uno se guarda de expresar el espanto en voz alta por no sonar agresivo el presidente se filma entre emocionado y eufórico ante los vítores de sus seguidores que lo aclaman y no los amonesta siquiera cariñosamente por tanta agresión vertida sobre una ciudadanía a la que asegura haber escuchado.

Dos empresarios tucumanos -uno de ellos legislador además- hacen público que pagarán un bono a los empleados si el presidente llega a segunda vuelta. Sin más explicaciones y sin ponerse colorados naturalizan el clientelismo que tanto repudian y tratan de convertirlo en un acto patriótico.

Desde el escenario, en un “encuentro motivacional” post PASO, una de las principales espadas del oficialismo arenga enloquecida que sólo muertos los sacarán de Olivos. Los asistentes sonríen y aplauden la ocurrencia.

Los que creemos que aunque se pierda por un voto lo único verdaderamente ético -republicano y democrático- es aceptar la derrota con dignidad; los que nos imponemos la exigencia de la mesura e intentamos ser equilibrados a la hora de opinar para no caer en la doble vara con la que nos hostigan cínicamente; los que hacemos esfuerzos para achicar o disimular la grieta que inventaron y no dejan de profundizar, o nos cuidamos para ser políticamente correctos mientras nos ofenden, nos denigran, nos desprestigian y nos amenazan... nos quedamos pasmados. 

¿No los anima ya ni el artero propósito de disimular?

Si el resultado de las PASO se confirma todos sabemos que no será fácil lo que viene y que la prioridad será mitigar el hambre y la pobreza que nos dejan. Pero también se volverá indispensable levantar -sin violencia aunque con firmeza- la voz de nuestras convicciones para pelearle la batalla cultural a tanta locura e incoherencia desbordadas.

Patricia Riche